El caqui, la fruta por excelencia
El origen de su nombre procede de la palabra griega diospyros kaki, que significa “fruta del fuego divino”, lo que evidencia su procedencia del medio oriente.
Una curiosidad del caqui es que al cortarlo su forma recuerda a la de un corazón, lo que además hace alusión a los numerosos beneficios que ofrece para la salud. Aporta hidratos de carbono y principalmente fructosa y glucosa, lo que lo convierte en un alimento nutritivo y energético. Además sus fibras facilitan la regulación del tránsito intestinal y puede aliviar la gastritis.
Lo más destacable de este fruto es que contiene zeaxantina, un carotenoide que previene la degeneración macular, que es la primera causa de ceguera asociada al paso de los años.
El caqui es una fruta dulce, fácil de digerir y con un alto contenido en agua, de procedencia tropical. Su pulpa jugosa y dulce y su textura suave y cremosa quizá nos harán preguntarnos por qué no lo habíamos probado antes.
Seguro que estás pensando que la única forma de comer caqui es de forma fresca, sin embargo es una fruta que ha demostrado que se puede cocinar de mil y una formas, y no sólo en postres. Aquí os dejamos dos recetas que seguro que nunca has probado donde el caqui es una parte fundamental del plato.
Muslos de pollo en salsa de caqui
Ingredientes (2 personas)
- 4 muslos de pollo
- 2 caquis
- Zumo de 2 naranjas
- Sal y pimienta al gusto
- 1 cebolla
Elaboración
- Primero vamos a realizar la salsa, y para ello picamos uno de los dos caquis tras pelarlo.
- Por otro lado también vamos a hacer zumo con las dos naranjas. Una vez que tengamos los dos ingredientes preparados los introducimos en una batidora y los trituramos hasta formar la salsa.
- Cuando hayamos preparado la salsa, picamos una cebolla y la cocinamos hasta que se poche. La apartamos.
- Por último doramos también los muslos de pollo tranquilamente para que tomen color por todas sus caras.
- Con todos los ingredientes listos, colocamos los muslos de pollo y cebolla en una fuente de horno y los cubrimos con la mitad de la salsa de naranja y de caqui. Horneamos a 180º durante 40 minutos con calor arriba y abajo. A los 20 minutos damos la vuelta a las tajadas y terminamos añadiendo el resto de la salsa, gratinamos durante 5 minutos.
- Durante el tiempo de horneado cortamos cuatro rodajas muy finas del otro caqui y picamos el resto.
- Finalmente servimos los muslos de pollo colocándolos sobre las rodajas de caqui que habíamos cortado y le echamos la salsa por encima ¡Listo para degustar!
La última receta salada que os vamos a traer son las brochetas de solomillo y caqui con salsa de vino tinto, otra manera diferente de combinar el caqui.
Brochetas de solomillo y caqui con salsa de vino tinto
Ingredientes
- 600 gr de solomillo de cerdo
- 2 caquis
- 1/4l de vino tinto
- 100 gr de azúcar
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Hojas de menta
- Pimienta negra
Elaboración
- El primer paso consiste en echar el vino a una sartén, añadir el azúcar y remover a fuego lento hasta que se reduzca a la mitad y haya espesado un poco. Ten cuidado ya que si te pasas y se enfría se endurece la salsa. Añadimos las hojas de menta en el último momento.
- Procedemos a cortar la parte de arriba y debajo del caqui, y lo cortamos por la mitad. Lo reservamos para después.
- Cortamos el solomillo en rodajas con el mismo grosor que las rodajas de caqui, salpimentamos al gusto. Una vez que las tenemos cortadas y preparadas, colocamos uno o dos trozo de carne en un pincho de madera junto con las rodaja de caqui que habíamos cortado anteriormente, y así vamos haciendo todas las brochetas.
- Ponemos una plancha al fuego y cocinamos las brochetas hasta que la carne esté hecha al punto que más nos guste. Echamos un chorrito de aceite por encima de las brochetas y apagamos el fuego.
- Finalmente servimos las brochetas en un plato acompañadas de la salsa de vino que preparamos en el primer paso. A disfrutar de este sabroso plato.
