Los secretos mejor guardados de la cebolla
Estamos seguros de que no hay semana en la que no aparezca la cebolla en alguno de tus platos. Todos sabemos las mil posibilidades que tiene esta hortaliza en la cocina tanto cruda como cocinada. Hoy te contamos los secretos mejor guardados de la cebolla.
Origen e historia de la cebolla
La cebolla se sitúa entre las primeras plantas cultivadas, sus orígenes se remontan a Asia y se dice que fueron los griegos y los romanos quienes la introdujeron en Europa.
Una de las razones por las que esta hortaliza ha tenido tanto éxito a lo largo de la historia es que la siembra de la cebolla se podía realizar en distintos tipos de climas y suelos, su transporte era muy fácil ya que permanece en buen estado bastante tiempo.
¿Por qué lloramos cuando cortamos cebolla?
Seguro que te has hecho esta pregunta miles de veces, pues bien, al cortar cebolla estamos liberando un gas a base de azufre que reacciona con el agua en nuestros ojos y se transforma en ácido sulfúrico, que hace trabajar a los conductos lagrimales para eliminar esta irritación en el menor tiempo posible.
Beneficios nutricionales de la cebolla
Se trata de un alimento con un alto contenido en fibra que se caracteriza por su bajo valor calórico. Nos ayuda a fortalecer nuestras defensas gracias a su contenido en vitaminas C y E.
La cebolla es una buena aliada si padeces de anemia ya que tiene un alto contenido en hierro. También es fuente de potasio y magnesio por lo que ayuda a regularizar la tensión arterial y a fortalecer los huesos.
Si sufres de malas digestiones, este alimento tiene que estar en tu dieta ya que actúa eliminando las toxinas y bacterias que se adhieren a nuestro intestino.
Ayuda a reducir los niveles de glucosa en sangre por lo que puede ser una buena aliada para tratar la diabetes.
A la hora de elegir consumirla en crudo o cocinada, debes saber que los procesos culinarios como la fritura o la cocción no suponen grandes pérdidas sobre el contenido total de flavonoides, aunque sí hay algunas propiedades que son perjudicadas cuando cocinamos la cebolla por lo que es más recomendable su consumo en crudo.
Ya sabes, si no la consumes regularmente ¡tienes que hacerlo!.